Una vez compré un jersey de una marca mundialmente conocida. No suelo hacerlo, pero la verdad es que esa prenda me gustó mucho. Unos días después, iba caminando al trabajo y me di cuenta de que varias mujeres llevaban ese jersey. A partir de ese día me prometí dos cosas.
Primero, que ya no iba a comprar ropa de marcas conocidas. ¿Me venden ropa "para sentirme única y especial" y el resultado es que me siento como un clon? Paso...
Segundo, que yo no haría lo mismo con mis diseños.
No sé si estás aquí porque viste un anuncio mío, si es porque alguien te habló de "lo que hago", o porque San Google es tan listo que sabe que unas buenas cookies deben servirse en una vajilla (RARA) extraordinaria.
El tema es que estás aquí, y si aterrizaste después de ver mi anuncio, querrás tu plato de IKEA de regalo.
Antes que nada quiero decirte que mi vajilla no es de la normalita de todos los días. Lo que quiero decir es que si estás buscando para tu restaurante o tu casa de Baleares la típica vajilla japonesa fina y delicada, ya puedes seguir navegando y perdiéndote por los mares de internet.
A mis piezas les hago agujeros con los dedos por ejemplo. Pero los pongo bien puestos. No pienses que el camarero va a llegar con el bowl de crema de verduras vacío a la mesa. Eso estaría feo. Que soy (no artesana) artista, pero no se me va tanto la olla.
Si sigues aquí es porque te va lo diferente. Y eso me gusta, porque yo no diseño para cualquiera. No soy de "esas que dicen te quiero si ven la cartera llena". Más bien soy de las que "saben elegir dónde enfocar toda su energía" (ésta no la leíste cantando. Seguro).
Y sí, mi vajilla es apta para el bla bla bla de siempre. Horno, nevera, congelador, microondas, y lavavajillas.
Y no. No me gusta ir por ahí intoxicando y matando gente como si estuviera en el metaverso. Así que no trabajo con plomo, productos nocivos, ni nada que pueda mandarte para el otro barrio.
Y sí. Es resistente y te aguantará aquí o en tu parcela de Marte o la luna. Uso materiales (muy) buenos. Una vajilla RARA no merece menos.
Trabajo por encargo. No hago piezas en serie porque trabajo con mis manos y un par de herramientas. Y me aburro rápido. Por eso: nada de torno, nada de moldes por colada. Que no soy una mega industria china. Solo tengo dos manos.
¿Has comprado ya esa vajilla que venden como handmade a 2,49 euros el plato? Siento decirte que eso no es handmade. Es industrimade. O es handmade y están explotando en algún lugar recóndito a niños o adultos (sí, he visto vídeos de niños haciendo cientos de mini cuencos con mis propios ojos) para venderte esa hermosa pieza "hecha a mano". Mis diseños son más caros. Pero es que yo solo tengo dos manos. Handmade real, sin envoltorios fascinantes que no te dejan ver con claridad.
Necesito retos nuevos. Diseñar solo para quien lo merece y encaja con mi estilo. Para ti, o para tu vecino. Para UNO. Hacer lo mismo para los dos sería irrespetuoso. Y no creo que tu vecino tenga tu estilo. ¿El mismo jersey para los dos? Pufffff
Además sería aburrido. No me gusta aburrirme.
¿Sabes que mi vajilla no se mancha de moho en el reverso? ¿Y sabes por qué? Porque no me gusta el moho. No me gusta en mi vajilla. No me gusta en la tuya. Lo evito de una forma efectiva. Cara (muy) pero efectiva.
¿Y sabes que tengo un lunar justo debajo del iris de mi ojo derecho?
Creo que ya me estoy aburriendo de escribir. No quiero que te aburras. Y ahora que ya has visto la foto de arriba y has vuelto a la realidad de esta lectura, vamos concluyendo. Bueno, en realidad la has visto si estás en un ordenador. Desde el móvil no se ve la foto completa. Y es que tengo un problema. Diseñando páginas web soy un verdadero desastre. Eso sí, en lo mío soy lo más. Te lo pueden decir cientos y cientos de clientes satisfechos, y más de 90 mil alumnos de mis cursos onlinen conseguidos en menos de 4 años. Con un 95% de valoraciones positivas. Que no tenga una web al uso (como la de mi vecino) llena de fotos y enlaces con marcas con las que trabajo, no significa que no destaque en mi profesión.
Sé que no comprarás mis diseños porque no mucha gente paga por piezas rotas o con agujeros, pero me hace ilusión que las veas. Y es que soy una (no artesana) artista incorregible.
Como verás no tengo formularios de contacto (mi web no es como la de mi...). Porque no necesito tu dirección ni saber el día de tu cumpleaños. Sobre todo porque ese día no te voy a regalar nada. Y lo más probable es que ni te felicite, porque me voy a olvidar.
Si quieres ver fotos (ups, no tengo fotos en la web. Mi web no es como... ) puedes escribirme a hola@paulacasella.es
Cuando me escribas puedes contarme tus proyectos, dudas, o simplemente pedirme fotos de mi trabajo. Te las enviaré sin compromiso. Solo por haber llegado hasta aquí te lo mereces. Te digo yo que más de uno se habrá perdido por los mares de internet en el tercer párrafo.
Si me escribes entenderé que solo tengo acceso a tu dirección de mail, y que puedo agregarte a mi lista de contactos para mantenernos al día y enviarte información nueva cuando quiera difundirla. No te preocupes que soy artista y se me va la olla pero no tengo una oscura obsesión por ampliar mis base de datos y hacerme con el mail de todo ser humano que habite en el planeta Tierra o en el TOI 700 e. Si ya no quieres recibir mi información podrás decírmelo o darte de baja con un simple clack.
Y ahora sí, nos sigamos leyendo o no, espero que tengas un estupendo día.
Pau
P.D. No me olvido de tu plato de IKEA. Si llegaste hasta aquí sabrás por qué lo regalo. Como digo en la página principal, siempre hay una condición. Y está explicada en el primer mail que te envíe. Feliz día.